El término blanqueamiento se refiere a la restauración del color natural de los dientes mediante la eliminación de la suciedad y las manchas (manchas extrínsecas) de la superficie de los dientes. En este sentido, cualquier cosa que se use para limpiar los dientes puede llamarse blanqueador. Aquí hay unos ejemplos:
El blanqueamiento dental profesional es un proceso de blanqueamiento dental que utiliza altas concentraciones de hidrógeno o peróxido de carbamida para penetrar el esmalte y cambiar el color de la dentina que se encuentra debajo. Todo el proceso de blanqueamiento dental es supervisado profesionalmente por un dentista altamente capacitado.
Hay dos opciones para blanquear los dientes de forma profesional. Ambas opciones utilizan agentes blanqueadores a base de peróxidos (carbamida o peróxidos de hidrógeno).
El blanqueamiento en el consultorio implica la aplicación cuidadosa y controlada de un gel de peróxido de concentración relativamente alta (15% a 43% de peróxido) en los dientes a intervalos de 15 a 20 minutos. El peróxido se activa mediante una luz especial que intensifica y acelera el proceso de blanqueamiento. Todo el proceso puede durar hasta 2 horas.
Tener los dientes blanqueados por un dentista en la clínica asegura que todo el procedimiento se realizará de manera segura y correcta.
Antes del procedimiento, el dentista se asegura de que sus tejidos bucales estén adecuadamente protegidos durante todo el proceso de blanqueamiento. Se utiliza un retractor de mejillas especial para abrir la boca y proteger los labios. También se polimerizará una barrera gingival especial sobre las encías para protegerlas de la solución de peróxido y de la luz. Durante todo el proceso, se utilizará una succión de alto vacío para reducir la ingestión accidental de la solución blanqueadora.
El blanqueamiento en el consultorio puede producir resultados espectaculares. El blanqueamiento se puede lograr más rápido y los resultados se pueden ver inmediatamente después de la cita. Los resultados varían de persona a persona. Por lo general, los dientes serán de 2 a 8 tonos más claros después del procedimiento.
A los pacientes con manchas persistentes se les puede recomendar que regresen para una o más sesiones de blanqueamiento adicionales o se les puede pedir que continúen con un sistema de blanqueamiento para llevar a casa.
